Llegar a los 50 años y notar las líneas de expresión en el rostro que comenzaron a aparecer hace unos años, ¿quiere “quitarse unos añitos” sin sacrificar naturalidad o caer en los extremos? ¿imposible? Quizá no, combate el paso de los años con estos tratamientos anti arrugas en Guadalajara.
El Dr. Gerardo Herrera, cirujano plástico certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, afirma que sí es posible con las actuales técnicas de su especialidad.
“La idea es buscar en la cara resultados lo más cercanos a la naturalidad, que rejuvenezcan, que no alteren rasgos faciales, que no sean excesivos y que sea posible mantenerlos, es decir; que para un paciente sea costeable seguir cuidando su piel y disimular sus líneas de expresión”, señala.
La técnica de rejuvenecimiento más adecuada, explica; depende del tipo de piel y de la cantidad y profundidad de las arrugas, y ofrece aquí algunas opciones.
Cuando las arrugas son más marcadas y tienen su origen en la gesticulación o mímica facial, se propone la aplicación de toxina botulínica, conocido comúnmente como Botox.
“Consiste en inyectar esta sustancia, que lo que hace es bloquear parcialmente la contracción de los músculos para hacer que estos músculos se suavicen cuando una persona está gesticulando.
“La dosis es muy importante porque precisamente cuando se abusa del botox vemos caras inexpresivas que no mueven nada; que se ven acartonadas y que lejos de verse rejuvenecidas se ven con mayor edad”; detalla. La toxina botulínica prácticamente borra todas las líneas de expresión por mímica facial a las 72 horas de su aplicación, asegura.
Este tratamiento se recomienda para mujeres a partir de 30 años y se aplica mínimo dos veces al año ya que el efecto de la toxina botulínica se empieza a perder a partir del cuarto o quinto mes de la aplicación. Al ser una sustancia inyectada, dice el Dr. Gerardo Herrera; es muy importante que quien aplique el tratamiento tenga conocimientos de anatomía; para saber dónde debe inyectarse la sustancia exactamente y evitar efectos indeseables.
“Si se aplica mal puede haber caída de la ceja, parálisis total de ciertos músculos o cambio en la gesticulación o en la forma de la cara de un paciente”, advierte.
Por otro lado, tenemos al ácido hialurónico es un principio activo muy hidratante y que cada vez se usa más en cosmética por sus características beneficiosas para la piel. Ayuda a mejorar la luminosidad y el aspecto de la cara.
Este componente se encuentra de forma natural en nuestro organismo.
Además, tiene un efecto relleno parecido al que efectúa el botox, por lo que se ha convertido en una buena opción para tratamientos faciales.
La utilización del ácido hialurónico combate la flacidez y ayuda a regenerar el volumen facial con resultados excelentes; ya que se trata de un tratamiento ambulatorio; en donde se retoman las actividades diarias de inmediato y sin sufrir incomodidad alguna.
Se puede disfrutar de un rostro absolutamente rejuvenecido sin cirugía estética y con la posibilidad de observar los resultados. Con una o dos sesiones se corrigen las arrugas y las cicatrices que pueden estar presentes en el rostro.
La aplicación del ácido hialurónico es uno de los tratamientos más elegidos por hombres y mujeres; que no presentan un deterioro avanzado de la epidermis; ya que se consigue redefinir el contorno facial otorgando un aspecto rejuvenecedor sin necesidad de pasar por el quirófano. El uso del ácido hialurónico es un tratamiento no invasivo.