La Rinoplastia es empleada para disminuir o aumentar el tamaño de la nariz, modificar su forma o mejorar trastornos de obstrucción del aire en la nariz. Existen diversos tipos de acuerdo con las necesidades específicas de cada paciente:
- La rinoplastia estética: modifica la forma y tamaño de la nariz en busca de una mejor estética facial.
- La rinoplastia funcional: corrige alteraciones o malformaciones como desviaciones de tabique o hipertrofias de cornetes que dificultan la respiración.
- La rinoplastia reconstructiva: utilizada en casos de deformidades congénitas, accidentes, fracturas, quemaduras o tumores nasales. Se utilizan tejidos próximos a la nariz para aplicar injertos o colgajos.
Lo que se puede lograr
A nivel estético, con la rinoplastia se puede adelgazar la punta de la nariz, rectificar o aumentar el dorso, modificar los ángulos de la nariz en relación a la frente o el labio superior, y rectificar las fosas nasales o narinas. Con respecto al tabique, o lámina que separa las dos fosas nasales, se pueden mejorar las irregularidades que trastornan la columna de aire así como tratar los cornetes.
Lo que se debe hacer antes de la cirugía
Cuando una mujer decide que va a realizarse una rinoplastia, debe tener en cuenta varios requisitos:
- Tener más de 13 años de edad.
- No fumar (o dejar de hacerlo semanas antes de la cirugía).
- Realizarse todos los exámenes médicos que le exige el especialista.
- Informar al cirujano sobre las enfermedades que padece, los medicamentos que toma, adicciones, etc. Es importante sincerarse con el médico sobre estos espinosos temas antes de la cirugía, para que este tome decisiones al respecto y le informe al paciente cuáles medicamentos tomar o suspender.
- Hablar con el cirujano sobre cuáles son las expectativas personales con respecto a esta cirugía, pues es fundamental que el especialista le explique al paciente qué debe esperar con este procedimiento y qué no.
Antes y Después