LIPOFILLING O INJERTOS DE GRASA. Habitualmente me he referido a esta técnica como lipoestructura para describir la técnica con la que se obtienen microinjertos de grasa del propio paciente (por ejemplo, del abdomen o de las cartucheras) mediante unas cánulas especiales, que después se purifican mediante una suave centrifugación para después infiltrarse en diferentes planos de profundidad, también con unas cánulas específicas, y con una sistemática muy cuidadosa y concienzuda, recreando los volúmenes perdidos y devolviendo la estructura a las zonas tratadas. Se trata de trasplastar o injertar células adiposas vivas a áreas diferentes de la cara o el cuerpo. Estas células serán recibidas por las zonas receptoras, que les crearán nuevos capilares para vascularizarlas y poder sobrevivir, de forma que se mantendrán años y años si “prenden” o sobreviven como cualquier otro injerto. Lo mejor de esta técnica es que estas células tienen un importante componente de células madre, que hacen que se trasformen o simulen ser iguales que el tejido receptor, además de aportar factores de crecimiento, que rejuvenecen estos tejidos, notablemente la piel, sobre todo por la asociación de esos capilares o incremento de la vascularización, dejando una piel más densa, firme y luminosa.
–ventajas. La lipoestructura no sólo aporta volumen de forma duradera y del todo compatible al ser nuestra propia grasa, sino que, además, mejora la calidad de la piel dándole más tono, firmeza y luminosidad. La grasa infiltrada se adapta a la zona receptora y evoluciona al par de estos tejidos, sin desplazarse. Corrige asimetrías, deformidades faciales congénitas, arrugas profundas, ojeras, así como los volúmenes perdidos con los años.
–inconvenientes. Se trata de una técnica quirúrgica, por lo que debe realizarse en un quirófano, bajo anestesia local y sedación o a veces anestesia general, es un procedimiento que dura mínimo 1,5 -2 horas, con un postperatorio no doloroso pero sí largo en cuanto al periodo de inflamación, edema y hematomas, sobre todo alrededor de los ojos, una de las zonas más indicadas y donde mejor funciona la lipoestructura.
Mi consejo, el ácido hialurónico es perfecto para defectos pequeños, cuando deseemos sólo corregir alguna arruga en concreto como los surcos nasogenianos o aportes mínimos de volumen en cejas, pómulos, contorno mandibular… Si el déficit de volumen es importante y en diferentes áreas faciales no aporta ninguna ventaja el ácido hialurónico pues si bien no es quirúrgico el coste resulta muy alto y además hay que repetirlo periódicamente. En casos así es mejor recurrir a la lipoestructura, que mantiene resultados durante años, o permanentes, según la zona, y que además tiene un notable efecto de rejuvenecimiento cutáneo.
Dr. Gerardo Herrera Paredes
Cirujano Plástico Certificado
Hola que tal estoy interesada en un lipofilling facial, me gustaria mas informacion. Gracias!!